martes, 19 de enero de 2016

"Ningún Santo sin pasado y ningún pecador sin futuro"



Estas han sido las palabras pronunciadas por el Papa Francisco esta mañana en su homilía de la Capilla de la Casa de Santa Marta, reflexionando sobre la primera lectura, que narra la elección del joven David como rey de Israel. "A veces -señaló- somos esclavos de las apariencias, esclavos de lo que parece y nos dejamos llevar por esas cosas, pero el Señor sabe la verdad".

Recordaba el Santo Padre que David fue pecador, pero se arrepintió, y que a él le conmueve su historia, porque nos ayuda a pensar en la nuestra.

"Todos nosotros hemos sido elegidos por el Señor, a través del bautismo, para estar en su pueblo y para ser santos. Todos hemos sido consagrados por el Señor en este camino de santidad (...) el camino cristiano que el Señor nos ha invitado a recorrer y por eso os digo que no hay ningún Santo sin pasado, ni pecador sin futuro".