Foto: ADF
Así, acompañada por miles de fieles, reunidos a ambos lados de la ruta de nuestra Virgen, la Soledad recorrió ayer el trayecto desde la Parroquia hasta la Casa de Cultura, y lo hizo como siempre, con un silencio que sobrecogía a los asistentes y a paso lento, firme y decidido de quienes la portaban a hombros.
Silencio y ojos que buscaban los de la Virgen por las calles de Laredo. Una señoruca que estaba en primera fila, emocionada susurraba al paso de la imagen: "No sé qué tiene esta virgen, que nos deja a todos mudos, a los que somos de aquí y a los que vienen a verla".
Foto: ADF
Y al final del recorrido, ese silencio se rompía para entonar la Salve Marinera. Ella, nuestra Soledad, nos miraba desde lo alto y escuchaba nuestras voces, como antes había hecho con nuestro silencio y como siempre hace ante nuestra devoción.
La Virgen, y el resto de los pasos, permanecerán expuestos hasta mañana domingo en la carpa instalada en el patio trasero de la Casa de Cultura.
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