Mc 15, 1-39
La celebración del Domingo de Ramos nos introduce ya en la Semana Santa, en la contemplación de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.Es la semana grande de los cristianos.
Recordamos hoy la entrada triunfal de Cristo en Jerusalen, ciudad santa para los judios.Allí es aclamado como rey y mesías, pero cuando le veamos insultado, ultrajado, condenado a muerte, nos daremos cuenta de la verdad sobre su realeza y mesianismo.
A lo largo de esta semana que hoy comienza, vamos a fijarnos en él, para comulgar con sus padecimientos. Vamos a mirar su rostro dolorido para aprender mansedumbre. Vamos a fijarnos en su cabeza coronada de espinas para curar nuestra soberbia. Y vamos a mirar sus brazos abiertos para acoger, perdonar y salvar a todo hombre dispuesto a reconocerlo como el enviado de Dios.
Que su pasión muerte y resurrección nos ayuden a resucitar como hombres nuevos, dispuestos a renovar nuestro bautismo para ser capaces de amar y ser libres para el bien. Feliz semana a todos.
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